De CrossFit, veganismo y celiaquía


Hay cierto tipo de personas que estamos acostumbrados a ver en redes y que sirven de inspiración para unos, de envidia para otros y de sueño inalcanzable para la mayoría, pero ¿Qué pasa cuando una de esas personas forma parte de la gente que ves semanalmente en tu box de CrossFit?

Al llegar al box lo primero que choca es encontrarte con tanta gente con unos niveles físicos y deportivos tan altos y que parece que están a años luz de tu propia realidad, incluso si llevas años haciendo deporte en otras disciplinas.

Como mujer, además, se añade el hecho de que la mayoría de esos compañeros son hombres y, por tanto, la posibilidad de verte identificada con esos estándares y niveles de rendimiento es todavía más complicado. Aquí es donde entra en juego la persona a quien le quise dedicar esta segunda publicación del blog: Paula Vilchez.

Alumna y entrenadora del box, no creo equivocarme al decir que sirve de inspiración para gran parte de mis compañeros de entrenamiento. Pero lo que más me sorprendió fue el enterarme de que su estilo de vida no solo incluye el CrossFit (con competiciones incluidas) sino que sigue una dieta vegana y sin gluten.

Cualquier persona que se considere deportista y que, además, haya decidido dedicar parte de su tiempo y energía a aprender algo sobre nutrición para intentar mejorar su dieta y tomar mejores decisiones en ese ámbito, sabrá lo complejo que resulta a veces gestionar este tema y poder cumplir con los requerimientos personales (dependiendo de los objetivos, el deporte que se practica, la situación personal de cada uno, etc.) sin pasarse o quedarse corto.

Como taekwondista, la dieta es una parte muy importante para nosotros. Y conocer a alguien que tiene uno de los mejores rendimientos del box siguiendo un estilo de vida que, aún en el 2023, no deja de ser motivo de debate y polémica, me llevó a querer conocer un poco más sobre las razones que la llevaron a optar por una dieta vegana en la que, además, tiene que tener en cuenta una condición médica que la obliga a eliminar el gluten. Todo ello practicando uno de los deportes físicamente más exigentes.

Reestructurar la charla que tuvimos, y que acabó siendo un intercambio de opiniones y de experiencias, es un trabajo complejo. Como ocurre siempre que te encuentras con una persona con miles de inquietudes e intereses. Bellas artes, voluntariado en el extranjero, preocupación por el medioambiente o querer dedicarse a la caracterización, son solo algunas de las facetas que hacen que conforme vamos hablando agradezca el haberme preparado algunas preguntas sobre su estilo de vida en cuanto a entrenamiento y nutrición, ya que mi curiosidad quiere saber más sobre muchas de las cosas que me cuenta fuera de este tema.

Cuando le pregunto por su decisión de optar por una dieta vegana, me cuenta sobre un proceso que, en su caso, comenzó cuando tenía 13 años y que conllevó varios intentos en los que fue aprendiendo hasta llegar a día de hoy, momento en el cual lleva varios años sin consumir ingredientes de origen animal.

Como en cualquier proceso de cambio, esta transición no estuvo exenta de dificultades: falta de opciones en los supermercados (sobre todo al principio) y a la hora de comer fuera de casa, dificultad para encontrar información fiable, enfrentarse a situaciones en las que otras personas no empatizan y/o respetan esa decisión, etc. Este último punto incluso cuando se trata de profesionales de ramas de la salud como es el caso de algunos de los nutricionistas con los que contactó cuando quiso adaptar la dieta no solo a sus decisiones éticas, sino también a su rendimiento deportivo. También me cuenta que la parte más difícil de llevar su dieta no es el no consumir alimentos de origen animal, sino el tener que eliminar los alimentos sin gluten: más caros que los productos veganos y con los que ha de tener más cuidado por motivos de salud.

Al preguntarle sobre qué consejos daría a gente que se esté iniciando en el veganismo, la respuesta se centra en: «intenta conectar con gente que ya sea vegana o vegetariana, que te puedan ayudar e informar sobre dónde comprar, dónde encontrar opciones para comer fuera de casa, que te ayuden a desmontar mitos o que, simplemente, te sirvan de apoyo antes situaciones en las que socialmente se hace difícil el haber tomado esta decisión». De igual manera, cuando le hago la misma pregunta pero, en este caso, para gente que sea deportista: «Comer bien, ser conscientes de que es la gasolina que usa el cuerpo. Dormir bien. Y tener en cuenta que se trata de hacer elecciones y que va a haber algunas cosas que tengamos que sacrificar. Y, en lo personal y si es posible, contactar con un nutricionista».

Es con este último consejo y pese a alguna mala experiencia anterior, que ella me habla de su mejora en el CrossFit gracias a los consejos de su nutricionista; de cómo realizar ciertas adaptaciones en la dieta y en la forma de consumir los alimentos ha hecho que su rendimiento y marcas hayan mejorado en un tiempo que antes le habría parecido imposible: «objetivos de levantar peso que llevaba varios años intentando conseguir los alcancé al cabo de unas pocas semanas.»

Hablamos también de las competiciones de CrossFit: de cómo se estructuran, cómo se selecciona a los participantes, de cómo funciona el sistema de arbitraje, de las distintas categorías en las que se puede participar dependiendo de si compites solo, en pareja o en grupos, o de cómo cambia la perspectiva a la hora de afrontar los WOD si participas en alguna de estas dos últimas categorías.

Para muchas de las personas que nunca han practicado este deporte es fácil verlo como un deporte individual. Pero otro de los paralelismos que he encontrado con el taekwondo es el hecho de que, pese a que cada uno lleva su propio camino, la alegría a la hora de alcanzar nuevos objetivos o resultados es compartida. Pocas sensaciones se equiparan a la de alcanzar un nuevo récord personal y ver cómo tus compañeros de box lo celebran contigo. De la misma manera que ocurre cuando en taekwondo sales a competir y escuchas a tus compañeros animándote desde las gradas, o cuando alguno de los cinturones más altos se toma el tiempo de explicarte cómo mejorar alguna de las técnicas.

Empezaba este post con la pregunta «¿Qué pasa cuando una de esas personas (con un estilo de vida que estamos más acostumbrados a ver en redes sociales que en la vida real) forma parte de la gente que ves semanalmente en tu box de CrossFit?» Pues, en este caso, lo que pasa es que tienes la suerte de entrenar con una persona que siempre está dispuesta a darte un consejo para que mejores en los entrenamientos, que sirve de inspiración para muchos de los que entrenamos en el box, que se alegra de los triunfos deportivos ajenos, que no tiene problemas en dedicar tiempo a solucionar dudas y hablar de su experiencia (como cuando la abordé para hablarle de este blog y de que me gustaría poder conocer más sobre su estilo de vida) y que, en definitiva, hace que el box sea un sitio mucho mejor al que ir a entrenar todas las semanas. Ojalá en todos los casos podamos responder a la pregunta de la misma manera.


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